Si tenemos en cuenta que entre un 3 y 7% de la población infantil en edad escolar tiene TDAH, es bastante probable que tengamos algún alumno o alumna con TDAH en el nuestra aula. Por ello, queremos dar a los maestros cinco consejos a tener en cuenta si tienes alumnos con TDAH (y si no, seguro que os vienen genial igualmente):
1. Fórmate.
Parece un consejo vacío pero es cierto que a veces necesitamos que nos lo digan. Sí, es necesario que leamos, que nos informemos y, si podemos, que asistamos a formaciones sobre el TDAH, donde seguro que nos darán pautas a seguir y además, al conocer el trastorno, nos costará menos adaptar el aula a éste.
2. Organiza tu clase.
Otro consejo que parece obvio, pero que a veces se nos puede escapar. Es necesario tener en cuenta donde colocamos al o a la peque en cuestión: deberemos buscar un sitio en el que no pueda distraerse con facilidad, donde puedas mantener contacto visual y a ser posible, cerca de otros compañeros o compañeras que no les distraigan. También deberíamos tener en cuenta, cuando organicemos por grupos, en qué grupo le ponemos, o incluso si podemos, trabajar mejor por parejas (aquí haremos lo mismo: procuraremos que nuestro grupo esté cerca y cuando pasemos de grupo en grupo deberemos procurar mantener contacto visual con su mesa).
Definir unas normas de clase, unas tareas que todos debemos hacer y unos horarios donde fijemos unas rutinas de trabajo nos irá genial: recuerda colgarlos en una cartulina bien grande, que siempre puedan leer. Podemos hacer las rutinas entre todos.
Puedes incluso incluir un sistema de puntos, y premiar los buenos comportamientos: se trata de canalizar toda su energía hacia lo que queremos.
3. Adapta tus explicaciones y el material a usar:
Incorpora a tus clases algún descanso para que puedan moverse, necesitan «soltar energía» en el caso de los que tengan hiperactividad predominante o combinado.
Añade a tus explicaciones estímulos audiovisuales y auditivos: llama su atención.
Intenta usar material lo más atractivo posible, que no resulte monótono y que les motive.
4. Intenta que participe:
El TDAH tiene cosas positivas ¡úsalas! : creatividad, predisposición por participar o moverse, generar nuevas ideas… No se trata de hacer que sean los protagonistas, pero si podemos hacer que se sientan útiles y subir su autoestima, mejor que mejor.
5. Habla con su familia.
La comunicación familia – escuela SIEMPRE es importante, tener un plan de trabajo común, unos objetivos marcados, ayudará a los más pequeños a avanzar, crecer y madurar sin problemas.
Obviamente, sabemos que estos consejos son válidos para cualquier niño/a. Está claro que no se trata de centrarnos únicamente en el TDAH. Sabemos lo complicado que es ser maestro o maestra hoy día, sabemos que la ratio de alumnos sube y que a veces no podemos clonarnos para estar en todas partes, pero a veces es importante reflexionar e intentar, en la medida de lo posible, seguir estos consejos (y muchos más que iremos dando en el blog).
¡Nos vemos la semana que viene!