Introducción: desmitificando las lenguas de signos.
Hoy, 14 de junio, es el día nacional de las lenguas de signos españolas. Seguramente, veréis en vuestra ciudad diferentes edificios con luces azul turquesa o podréis participar en actividades de concienciación en vuestra ciudad. Por ejemplo, si vives en Madrid, Rozalén y la intérprete Beatriz Romero ofrecerán un concierto a más de 450 personas sordas a las 20:30 horas en los cines MK2 del Centro Comercial Palacio del Hielo.
Nosotros queremos aportar nuestro granito de arena este día, ofreciendo información sobre las lenguas de signos a nuestros lectores. A lo largo de este artículo, trataremos de eliminar mitos relacionados con las lenguas de signos, hablaremos sobre las barreras que aún encuentran las personas sordas en su día a día y veremos cómo usamos las lenguas de signos o algunos de sus signos en salud mental.
Lenguas de signos, en plural
Uno de los mitos más extendidos sobre las lenguas de signos es la creencia de que solo existe una lengua de signos. Se nos olvida que hablamos de una lengua tan rico como el nuestro. Hay tantas lenguas de signos como lenguas orales hay en el mundo. Y surgieron como surgen el resto de lenguas: de manera natural, por la necesidad de personas sordas de comunicarse a lo largo de nuestra historia. Concretamente, en España tenemos dos lenguas de signos oficiales: la española y la catalana. Pero cada país tiene su/s propia/s lengua/s de signos y no tienen porqué tener nada en común ni entre ellas, ni con la lengua oral oficial de cada país.
La comunicación
En nuestro país las personas sordas se comunican o bien a través de las lenguas de signos española o catalana y/o a través de la lengua oral. Dependiendo de sus características (edad de aparición de la discapacidad auditiva, edad, contexto…) podemos encontrar personas bilingües, personas que solo usan lengua de signos, con audífonos o implantes cocleares, sin ellos… También encontramos personas que se apoyan en la lectura de labios, aunque es algo que no todas las personas sordas hacen.
Sobre las personas sordas
Siguiendo con los mitos más habituales, continuamos con las personas sordas. No, las personas sordas no son sordomudas. Usar ese término se considera peyorativo. Las personas sordas pueden comunicarse tanto a través de la lengua de signos, como a través de la lengua oral, de forma escrita o hablada.
La comunidad sorda en España es tan diversa como la misma sociedad. Al igual que siempre decimos cuando hablamos de salud mental, no podemos homogeneizar a todo un grupo de personas porque tengan una característica común.
La lengua de signos en salud mental
La asistencia en salud mental a personas sordas que pueden o no necesitar apoyo por parte de psicólogos/as. Evidentemente, en el área de salud mental se trabaja la accesibilidad (aunque nos quedan muchas barreras por eliminar). Es importante que para ser más accesibles, podamos realizar la terapia en usando lengua de signos. En España sólo encontramos una Unidad de Atención en Salud Mental para Personas Sordas, en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid).
Según Ana García, psicóloga clínica en esta unidad, en un artículo para la revista internacional de salud mental y sordera, los principales retos que abordamos en Europa sobre la salud mental en personas sordas son: la inversión económica en apoyo y asociaciones en nuestro país, la gran necesidad de profesionales formados en apoyo a personas sordas y salud mental y el contexto social y los pocos recursos destinados a la inclusión y la diversidad que afectan a las personas sordas a lo largo de toda su vida.
Poco a poco aparecen nuevos proyectos en hospitales que permiten a las personas sordas acceder a servicios de salud mental. Un ejemplo es el hospital de Basurto (Bizkaia) que también inició en 2011 un proyecto especialmente dedicado a la atención de personas sordas en el área de psiquiatría.
Por último, debemos hacer mención especial a los intérpretes que en muchas ocasiones acuden a terapia para servir de puente entre la persona sorda y el profesional que realiza la terapia. Aunque su papel en este momento es vital, desde PerspectivaMente creemos que en terapia es esencial que exista comunicación directa entre paciente y psicólogo/a, por ello, nos parece importante que cada vez más hospitales se sumen a ser más inclusivos en su área de salud mental con profesionales dedicados al colectivo de personas sordas.
Artículo publicado en colaboración con Marta Michans Marquilles, secretaria de la Asociación por la Innovación en Salud Mental y Educación y estudiante de lenguas aplicadas y lengua de signos en la Universidad Pompeu Fabra.