Buenos días, María.
Desde mi punto de vista creo que es muy importante que ellos decidan qué hacer. Sin embargo, me comentas que puede que todavía no lo sepa, y es completamente normal. Vamos a procurar salir de este bloqueo, a ver si lo conseguimos:
Vamos a listar todas las actividades que tenemos disponibles para hacer en nuestro entorno o a las que podamos acudir.
Después, vamos a pensar en cuáles sabemos que no queremos hacer. Si no lo tenemos claro, no tachamos. Sólo aquellas que sepamos ya que no vamos a hacerlas.
Con las que queden, podemos informarnos más sobre la actividad: si son deportes, podemos ir a ver un partido, o verlo online. Si es otro tipo de actividad podemos buscar personas que la hagan, etc.
Habiéndonos informado, ahora vamos a revisar de nuevo la lista, ¿con cuáles seguimos quedándonos? ¿Ha cambiado algo?
Hecho esto, no deberían quedar muchas, pero en el caso de que sí que queden, podemos probar las actividades a ver qué nos gusta más hacer. Si pudiésemos ir a la primera clase, perfecto. Si no es posible, podemos intentar recrear la actividad con amigos o en casa y así ver si nos gustaría seguirla o no.
Este proceso, conviene hacerlo en familia, por supuesto. ¡Espero haber ayudado!
Un saludo