La semana pasada comenzamos a explicar los principios básicos que aconsejaba Russell A. Barkley para guiar a las madres y padres con hijos con TDAH a la hora de dirigir la educación de sus hijos. Hoy queremos darle continuación y seguir comentando con vosotros estrategias educativas.

7. Motivarles en el punto de trabajo.

Los niños con TDAH tienen algunas dificultades para interiorizar y reunir la motivación necesaria para realizar un trabajo que requiera esfuerzo o que pueda ser aburrido y prolongado. Podemos motivarle por medio de estímulos tales como recompensas o refuerzos por comportarse adecuadamente.

8. Hacer más tangibles los pensamientos y la solución a los problemas.

Barajar diferentes opciones y evaluar sus pensamientos antes de realizar una acción puede ser complicado para estos niños, pues responden impulsivamente sin atender a las diferentes alternativas .Una forma de entrenar la evaluación de estas ideas es intentar hacerlas tangibles, lo más físicas que podamos. Por ejemplo, si el niño está realizando un trabajo y no está respondiendo bien a la tarea, podemos darle un folio para que escriba, dibuje o represente de alguna manera lo que piense en ese momento. De esta forma, esos pensamientos no serán pensamientos perdidos.
Del mismo modo, si el niño tiene alguna clase de problema, podemos escribir éste en un soporte físico, así como sus posibles soluciones.

9. Ser coherente.

El modelo educativo que se utilice en casa con un niño con TDAH debe ser el mismo en todas las ocasiones. Actuar de forma coherente significa : a) que las actuaciones que están dando frutos se practiquen a largo plazo, b) no rendirse demasiado pronto cuando se acabe de iniciar un programa de modificación de conducta, c) responder de la misma forma aunque el contexto sea diferente y d) que ambos padres actúen de la misma manera.

10. ¡Actuar!

Aunque se debe explicar qué conductas nos gustaría cambiar y porqué con nuestros hijos, estas explicaciones hay que reforzarlas con actuaciones. Un niño con TDAH es más sensible a las consecuencias y al feedback que puedan ofrecerle que a los razonamientos. Por ello debemos actuar de forma regular e inmediata.

11. Planificar cómo enfrentar la situación problemática.

Podemos aprender mucho y ahorrarnos malos momentos si nos anticipamos a situaciones de conflicto que ya se hayan desarrollado con anterioridad y confeccionamos un plan de acción. Éste puede desarrollarse en los siguientes pasos:

1º: Pare justo antes de entrar a un sitio donde se haya dado un problema anteriormente por conductas inadecuadas, como puede ser una tienda, un restaurante,etc.

Recuerde con el niño alguna de las normas que tiene por lo general para cumplir en esa situación. Después pida al niño que repita esas normas.

Fijar de antemano las consecuencias negativas que puede tener realizar una conducta inapropiada y que puede materializarse en forma de castigo o retirada de algunos privilegios, así como las consecuencias positivas en caso de que realice la conducta deseada, como puede ser hacer un alto en el camino para jugar en el parque.

Seguir el plan al entrar en la situación y dar feedback inmediato.

12. No personalizar los problemas o el tratorno.

Debemos intentar mantener la calma y sobre todo intentar guiarnos por los principios que nos hemos propuesto. Pero en ocasiones esto puede ser complicado. A veces mantener la calma implica irse a otra habitación para recomponerse y ganar el control sobre las emociones. Cuando una situación vaya mal, no piense que es un mal padre o madre.

13. Ser indulgente.

Ser indulgente supone poner en práctica 3 ideas: la primera es revisar el día y perdonar a nuestro hijo las conductas transgresoras que haya hecho. La segunda es perdonar a las personas que hayan podido malinterpretar esas conductas. La tercera y última consiste en perdonarse a uno mismo por los errores que hayamos podido cometer. En definitiva, dejar que salga toda nuestra ira, resentimiento, frustración o desilusión.

Quizás este último principio sea el más difícil de cumplir y también uno de los más importantes. Al fin y al cabo somos humanos y siempre aprendemos a hacer las cosas mejor con cada paso 🙂
Esperamos que os haya gustado la segunda parte de éstos principios estratégicos que nos propone Barkley y os animamos a seguir participando y a contar estrategias que se os ocurran.

¡Hasta la semana que viene! 😀

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